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Sabemos que una de las cualidades de una tesis es la originalidad. Pero, ¿qué significa eso?

A continuación presentamos algunas definiciones de originalidad en la investigación y en la elaboración de la tesis, que permitirán comprender mejor a qué nos referimos cuando hablamos de ser originales.

Pablo Raúl Bonorino Ramírez (2008), profesor titular de Filosofía del Derecho de la Universidad de Vigo, explica:

La originalidad en un proyecto de investigación puede significar muchas cosas. Un error muy común en investigadores poco experimentados es considerar que la originalidad solo puede significar realizar un trabajo empírico no realizado nunca antes, o registrar por primera vez por escrito una información novedosa de vital importancia, o explorar áreas de conocimiento y plantear problemas que los especialistas jamás examinaron. Resulta claro que si se llevan a cabo algunas de las tareas antes descritas, el trabajo resultante será sumamente original. Pero no es necesario llegar a esos extremos. Un trabajo de investigación puede ser original por su tema, por su enfoque, por su presentación o por el contexto en el que se plantea. Es original continuar un trabajo original, propio o ajeno. O mostrar originalidad al someter a prueba las ideas de otro. También lo es realizar una síntesis que no se llevó a cabo anteriormente, o interpretar de manera novedosa un material muy conocido. Incluso resulta original ensayar en un país algo que sólo se experimentó en otros, o utilizar una técnica muy conocida en un área de conocimiento pero aplicada en otra diferente. En otras palabras, la exigencia de originalidad de la investigación no debe paralizar al investigador, quien debe obrar confiado en que, si realiza un trabajo honesto, siempre habrá algo original en su proyecto. El desafío cuando uno elabora un proyecto de investigación, es reflexionar y poner en evidencia en qué sentido su trabajo puede ser considerado original, y para ello es muy importante tener en cuenta las características específicas del área en el que se propone desarrollar las labores de investigación planeadas. (2008).

Por su parte, Miguel Ángel Gómez, Jean-Pierr Deslaurier y María Victoria Alzate, expresan:

Si bien todos los programas piden a los estudiantes de doctorado presentar una tesis original, la originalidad permanece como un concepto difícil de definir, tan elusivo como huidizo. […] Ante todo, si una tesis de doctorado se basa sobre la reseña de escritos, ésta no puede resumirse presentando simplemente el punto de vista de los autores: debe establecer el diálogo, incluso confrontarlos. “Una tesis [original] debe contener un elemento de innovación, de especulación, de reconstrucción imaginativa y de entusiasmo cognitivo; el autor se enfrenta con el método de investigación y ha intentado remodelarlo para sacar de allí una síntesis personal. De ahí la importancia de interesarse en un tema para obtener alguna cosa inédita: un estudiante que le importa pregunta determinada, que la trabaja honestamente y con empeño, no tendrá dificultad en convencer al lector de que su trabajo presenta algún interés para el conocimiento. Si él se interesa, interesará también a otros. Además, la posibilidad de que otro haga un trabajo idéntico es casi nula” (Montgeau, 2008:5). Esta es la razón por la cual, sin volver a inventar la rueda ni la pólvora de cañón, es posible y necesario realizar una investigación interesante, incluso sobre los temas ultraestudiados. [… ] Es importante observar las huellas de los autores que han orientado el recorrido antes de nosotros. Es necesario saber reconocer honestamente la contribución de los antecesores y lo que los otros han hechos antes de nosotros. Enfrentar la investigación exige, así pues, una cierta dosis de humildad.

[…]

En conclusión, haber encontrado un buen tema es haber encontrado un buen terreno. El abono es rico, se trabaja bien. Está bien situado y presto para el cultivo de muchas especies vegetales. En resumen, el terreno hallado promete una buena cosecha. Entre tanto, queda por desbrozar, sembrar, abonar, exprimir, zarandear, mantener. ¡Dura labora en perspectiva! Nada se mueve solo, una tesis tampoco. (2010, p. 34-35)

El Instituto de Altos Estudios Sociales de la Universidad Nacional de General San Martín expone como requisito para una tesis de maestría lo siguiente:

La originalidad de una tesis de maestría no radica en un aporte teórico que, por lo general, se considera difícil de realizar en este estadio de la formación y en una extensión relativamente breve. La originalidad radica en aplicar hipótesis o perspectivas teóricas a objetos o preguntas que no hayan sido aún indagados, realizar estudios de caso novedosos, discutir a partir de la investigación propia ciertas hipótesis o cierta perspectiva teórica.

Finalmente, la Universidad Carleston, de Canadá, advierte:

Para probar la originalidad y el valor de la contribución, se debe presentar una revisión exhaustiva de la literatura en el tema y en los temas estrechamente relacionados. Luego, haciendo una referencia directa a su revisión de la literatura, se debe demostrar que la pregunta (a) no ha sido contestada previamente, y (b) es valedera. Describir cómo se contestó la pregunta es lo más fácil de escribir, dado que uno ha estado involucrado en los detalles en el curso de los trabajos de postgrado. (Chinneck, 1999)

Referencias

Bonorino, P. (2008). El rigor y la originalidad de la investigación. Recuperado de: https://goo.gl/RScyhu Chinneck, J. (1999). Cómo organizar su tesis. En página web de Carleton University. Recuperado de https://goo.gl/vWCRZt Gómez, M., Deslauriers, J. y Alzate, M. (2010). Cómo hacer tesis de maestría y doctorado. Ediciones ECOE: Bogotá, Colombia. Recuperado de https://goo.gl/wE6CP8

Elaborado por: AEL